Hola de nuevo a todos, hoy vengo a hablar del proceso creativo de una imagen de producto. A estas alturas ya sabréis que hacer una imagen no es solamente hacer click, pero para crear una base sólida sobre qué es lo que conlleva crear una imagen, hoy voy a hablar largo y tendido sobre este tema. Para hacerlo más fácil lo he dividido en pasos que resumen cada una de las etapas y lo que suelo hacer yo en cada una de ellas. Como ejemplo, voy a usar a uno de mis clientes «Obrador la Panadería» para que os podáis poner en contexto con un caso real.
Paso 1- Preproducción o Dirección de Arte
Esta etapa es la de las preguntas y la de la comunicación constante con el cliente. Es donde se define el look de las imágenes que posteriormente fotografiaremos, por lo tanto, es una etapa fundamental del proceso creativo y que recomiendo realizar sin prisas.
¿Cuál es el color principal de nuestro sujeto protagonista?
Aquí vamos a extraer el color principal del sujeto para así pensar que otros colores aparte de éste podemos utilizar, bien para generar contraste, bien para complementar o para apoyar. Podemos preguntar al cliente que nos facilite una imagen del producto con el que vamos a trabajar.


¿Qué sensación queremos generar con nuestra imagen?
Es una pregunta muy importante porque está relacionada con la impresión que la imagen generará en el espectador. ¿Queremos que transmita alegría? ¿Melancolía?¿Un feeling hogareño quizás? ¿Un aire veraniego?
Si la empresa es grande, seguramente tendrán una imagen de marca consolidada, lo cual hará las cosas más fáciles. Otras veces, el cliente va a sacar un producto nuevo y quiere un look totalmente diferente o bien recién está comenzando y necesita definir su imagen de marca. Es trabajo nuestro el de aportar ideas mediante fotografías de referencia.
¿Qué tipo de luz vamos a usar?
Según las emociones que queramos que transmita nuestra imagen utilizaremos un tipo de luz u otro. En general el uso de la luz directa creará imágenes con colores más saturados y por tanto, tendrán un feeling más alegre, veraniego y vivo.
Las sombras en general también serán mas definidas y alargadas, creando un contraste natural. Por el contrario, el uso de luz difuminada dará lugar a imágenes con aire más ligero, sombras menos definidas y aparentes pero con mayor volumen. Aunque usando modificadores como distintos tipos de softbox conseguiremos también sombras muy contrastadas usando luz difuminada (por ejemplo, modificador de panal de abeja para crear imágenes moody y muy contrastadas). El tema de la luz da para otra entrada.
¿Vamos a crear una imagen minimalista o llena de elementos?
Aquí entra en juego el atrezzo que aparecerá acompañando a nuestro sujeto principal. ¿Vamos a crear una imagen más minimalista con menos elementos o por el contrario una con más elementos?. Es importante definirlo con el cliente y no dejar nada en el aire. (Tengo una entrada sobre Fotografía Minimalista que puedes visitar aquí)
¿Qué composición y ángulos vamos a usar?
Como sabéis hay muchas reglas de composición, según las que usemos generaremos movimiento y guiaremos al espectador a un punto en particular de la imagen ( generalmente donde está el sujeto de nuestra escena). Podremos crear imágenes más orgánicas, más fluidas, con más peso visual, etc.
El ángulo también es muy importante, y lo debemos tener en cuenta dependiendo de nuestro producto y en función de su altura, longitud, forma, etc. Por ejemplo, para bebidas un ángulo frontal entre 0-45º funciona muy bien y para una ensalada un plano cenital será más acertado… aunque según lo que vayamos buscando.
¿Tenemos todo el atrezzo que necesitamos en el estudio o necesitamos fabricar/crear o comprar algo específico para esta imagen?
Este es un punto importante, ya que va a influir mucho en nuestro presupuesto y en el tiempo de preproducción. Con los años, nuestro atrezzo va aumentando pero siempre hay props específicos que bien los clientes demandan o bien nosotros como fotógrafos creemos convenientes adquirir para una sesión en concreto. Dependiendo de cual sea el prop podemos encontrarlo fácilmente en cualquier tienda de decoración.
Aunque habrá casos en los que se necesite algo tan específico (en cuanto a color, tamaño y estilo) que nos cueste encontrarlo. En esos casos, si somos un poco artemaniacos lo podemos fabricar nosotros mismos. A veces, puede ser un fondo con un color y textura específico, a veces es una taza en un color que no puedes encontrar en ningún sitio y tienes que pintarla con spray o una base/stand con una forma determinada y hay que encargarla al carpintero y pintarla.
¿Cómo hacemos entender al cliente lo que se está cociendo en nuestra mente?
Sí, ya sé que en nuestra mente todo tiene sentido, pero tened en cuenta que el cliente es el que paga y quiere ser partícipe y tener una idea lo más clara posible de las imágenes que vamos a crear para ellos. ¿Qué podemos hacer? Compartir con ellos los avances que vamos haciendo en cuanto al look final de las imágenes (lo que se llama dirección de arte o preproducción).
Esto conlleva, hacer un listado de la paleta de colores que vamos a usar, el atrezzo, los fondos y superficies, los ingredientes que van a aparecer, las recetas si las hay, los ángulos y el tipo de luz, si van a aparecer manos, si hay que incluir espacio negativo, flores, etc.
Y si también tienes dotes de dibujante, unos bocetos vienen muy bien para que el cliente se haga una idea más clara de lo que va a aparecer en cada una de las imágenes, y después una llamada o mail para resolver posibles dudas. Todo esto lo podemos plasmar en un moodboard que sea lo más detallado posible.
¿Ya tengo el visto bueno del cliente?
Una vez el cliente nos da dado el ok con nuestra propuesta ( en caso de que haya cosas que no terminan de convencer al cliente, tenemos que seguir trabajando aportando ideas diferentes para darle otro enfoque) es el momento de comprar aquellos materiales que hagan faltan o de hacerlos nosotros mismos. Tened en cuenta que esto nos va a llevar unos días, porque los hayáis pedido online y tenéis que esperar a que os lleguen, porque necesitéis ir de tiendas o bien porque los vayáis a hacer vosotros mismos y necesitéis tiempo para diseñarlos, pintarlos, esperar a que se sequen, cortarlos, etc. (lo que se conoce como Set Design).
En general, con mi experiencia, esta etapa de preproducción suele durar entre 1-2 semanas aproximadamente, pudiendo extenderse más o menos en el tiempo. Es una etapa muy importante y que no debemos saltarnos. Cuanto mejor definamos la sesión en la preproducción, más seguros nos sentiremos cuando llegue el día de realizarla, ya que tendremos todo lo necesario y divagaremos menos. Esto nos causará menos frustración.
Paso 2- Envío de Productos
Cuando los productos no son perecederos, es una buena idea que el cliente realice el envío de éstos una vez aceptado el presupuesto y firmado el contrato. De esta forma, podemos estudiarlos más en profundidad ( aunque es crucial que el cliente te haya enviado previamente referencias ( imágenes de catálogo, de la web o redes) de los productos con los que vas a trabajar. En el caso de que sean perecederos, agenda el envío de los productos lo más cerca posible de la fecha de la sesión para que éstos luzcan frescos.

Paso 3-Compra de Ingredientes o Atrezzo
Una vez hecha la preproducción y ya sabiendo exactamente qué es lo que vamos a necesitar para la sesión, me pongo primeramente con la compra ( en el caso que sea necesario) de los props que NO tengo en el estudio. Para ello, suelo echar un vistazo online en diferentes tiendas de decoración y pedirlo para que llegue lo antes posible y poder fechar la sesión. En el caso de que tengáis a mano tiendas de decoración en vuestra ciudad, podéis ir personalmente y ver las distintas opciones que hay. Mucho mejor para poder ver las texturas, materiales y colores originales.
Fechar la sesión antes de que te lleguen los props que necesitas puede ser en ciertos casos arriesgado, porque cabe la posibilidad de que tengas que aplazarla o posponerla por no tenerlos en el estudio cuando llegue la fecha de la sesión.
La compra de los ingredientes siempre la suelo realizar el día anterior a la sesión, para que estén lo más frescos posibles. Repaso boceto por boceto, qué ingredientes aparecen en cada foto y me hago una lista de la compra, que siempre repaso, para que no se me olvide nada.
Paso 4- Realización de la Sesión Fotográfica y el Estilismo
¡Por fin llega el día! Muchos piensan que el trabajo para crear una imagen de producto comienza aquí, pero como acabáis de leer, esta fase podríamos decir que es el educador del todo el proceso creativo. La clave durante la sesión es intentar que sea lo más fluida posible, ser eficientes en los tiempos. Para ello, es mejor ser organizados y tener todo lo que se puede tener preparado con antelación listo, y dejar únicamente los detalles para hacerlos en el momento.
En la mañana de la sesión, siempre invierto un poco de tiempo terminando de montar el estudio, colocando los fondos y ajustando la luz. Colocando todo lo que voy a necesitar cerca ( los ingredientes, props, bocetos, resto de fondos, ropa, ordenador o tablet para hacer el tethering, etc). Siempre enumero los bocetos para tener un orden durante la sesión, suelo empezar por las imágenes cenitales y después las picadas o frontales. Voy montando la escena con el boceto de la imagen al lado para que no se me olvide ningún elemento.
Normalmente montar la escena de cada imagen me suele llevar entre 30 min y 1 hora, aunque los tiempos pueden variar según la complejidad de la imagen y si consigo ese look más rápido o necesito mover cosas porque no lo he conseguido de primeras. Recuerdo una sesión que tardé 1 hora y media para sacar la primera foto… La imagen resultante no tenía nada que ver con la planeada como os podéis imaginar… Por eso es muy importante la preproducción para que estas cosas no pasen.
Las sesiones siempre las hago en remoto, para hacer partícipe al cliente y darle la oportunidad de hacer pequeños cambios si fuese necesario. Les envío las imágenes por WhatsApp para que puedan verlas en ese mismo momento, darme el OK y seguir adelante con la sesión. Algo que valoran positivamente los clientes.

Paso 5- Edición
La edición es la historia interminable si somos muy tiquismiquis. Así que mejor saber bien dónde parar. Mis imágenes suelen pasar primeramente por Lightroom donde les doy una edición general y luego, algunas de ellas, también pasan por Photoshop donde suelo hacer ediciones más complejas. Según el tipo de imágenes necesitarán o no pasar por Photoshop. Para imágenes más comerciales, limpias y con fondos lisos, Photoshop es casi imprescindible. Para imágenes más hogareñas y naturales, con Lightroom es probablemente más que suficiente.
Un consejo con la edición es tener un ordenador con una pantalla bien calibrada, porque da mucho coraje editar una imagen y pasarla al móvil y que parezca otra diferente, que esté sobresaturada o subexpuesta….es doble trabajo, y eso no es lo que buscamos, queremos ser eficientes. Así que trabajar con una buena pantalla calibrada es lo ideal. Otra cosa de la que he oído hablar y que únicamente una vez me ha pasado es que me pidan las imágenes sin editar. No hagáis eso y por favor, decírselo al cliente, una imagen sin editar pierde su potencial, es mucho menos atractiva. La magia de la edición es necesaria para crear ese impacto visual 😉
Paso 6- Entrega y Feedback
Una vez editadas, envío las imágenes al cliente para que pueda revisarlas y decirme si cumplen con sus expectativas o si por el contrario hubiese que modificar cualquier cosa puntual. En mis contratos siempre recojo 1 revisión gratuita una vez entregadas las imágenes. Si después de esa primera revisión el cliente sigue queriendo modificar cosas, amablemente decidles que revisiones extras suponen nuevo presupuesto. Haciendo eso, seguramente dirán que están bien así o, si tienen presupuesto, no será un problema hacer ese segundo retoque por un extra 😉
Una vez el cliente tiene las imágenes finales, es una idea buena, preguntarles por su experiencia habiendo contratado vuestros servicios. Puedes enviarles un link que conduzca a tu perfil de empresa google, donde pueden dejarte una reseña. Tener reseñas positivas siempre genera confianza para futuros clientes. Otra opción es incluir esas reseñas en tu propia web.
Y hasta aquí la entrada de hoy. El proceso creativo de una imagen de producto conlleva muchas cosas y seguramente me he dejado otras muchas sin comentar ya que cada proyecto es diferente y siempre hay otras formas de hacerlo. Al final cada fotógrafo tiene su propia metodología que va adquiriendo con el tiempo y a veces, a base de errores, pero creo que lo principal está aquí. Si tenéis cualquier duda ya sabéis que no tengo secretos y que estoy encantada de ayudaros en todo lo que sepa. Mil gracias por leerme y hasta la próxima entrada 🙂